Luis Treviño

Luis Treviño

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Cinco señales sutiles que dirán si alguien miente!

Estamos rodeados de buenos mentirosos, personas que tienen mucha experiencia contando mentiras y medias verdades sin inmutarse, incluyendo a muchos políticos.

A menudo los buenos mentirosos son capaces de encubrir los signos más evidentes del engaño ya que preparan sus mentiras por adelantado y evitan realizar movimientos que les delaten, como cubrirse la boca.

Sin embargo, los psicólogos y los interrogadores profesionales buscan otros signos mucho más difíciles de falsificar, como las “micro expresiones” que se reflejan en los rostros de las personas.

Fíjate si parpadea rápidamente

Mark Bouton, un agente del FBI que ha prestado servicio durante 30 años y autor del libro “Cómo descubrir las mentiras como el FBI”, afirmó que el parpadeo puede indicar que la persona está estresada y es probable que esté mintiendo.

Bouton explicó: “Normalmente una persona parpadea unas cinco o seis veces por minuto, o lo que es lo mismo, una vez cada 10 o 12 segundos.

“Cuando alguien está estresado porque está mintiendo, por ejemplo, puede parpadear rápidamente cinco o seis veces seguidas”.

Capta las pausas innecesarias en la conversación

El contexto es fundamental para detectar una mentira, por lo que cuando las personas hacen una pausa en un momento extraño de la conversación, puede ser un signo de que no están diciendo la verdad.

Los ex oficiales de la CIA Philip Houston, Michael Floyd y Susan Carnicero, autores del libro “Espía las mentiras”, comentaron que una pausa puede ser la señal que delate a un mentiroso.

Escribieron: “Prueba este ejercicio con un amigo. Pregúntale: ‘Hace siete años, ¿qué estabas haciendo en esta fecha?’ Esa persona tendrá que hacer una pausa.

“Luego pregúntale: ‘Ese día, hace siete años, ¿robaste en una gasolinera?’ Si esa persona hace una pausa antes de responder, es probable que necesites escoger a tus amigos con más cuidado”.

Desconfía de las personas que hablan demasiado

A menudo los mentirosos hablan demasiado ya que intentan añadirle veracidad a su historia, por lo que terminan ofreciendo detalles irrelevantes y a veces incluso repiten cosas.

La Dra. Lillian Glass, autora del libro “El lenguaje corporal”, afirmó: “Cuando alguien habla mucho y te brinda demasiada información, sobre todo si se trata de datos innecesarios y detalles excesivos, las probabilidades de que no te esté diciendo la verdad son muy altas.

“Los mentirosos suelen hablar mucho porque esperan convencer a los demás con su charla y aparente apertura”.

Busca un cambio después de que haya dicho algo cierto

A menudo la policía comienza el interrogatorio realizando preguntas para las que ya conoce las respuestas con el objetivo de determinar la “línea de base” del sujeto.

Así los observadores pueden ver cómo se comporta una persona cuando dice la verdad, lo cual les ayuda a detectar el momento en que empieza a mentir.

“Solo hay que observar atentamente”, dijo Pamela Meyer, autora del libro “Detección de mentiras”.

Los expertos buscan el cambio que se produce cuando se pasa de la verdad al engaño, aunque no se trata de un cambio específico.

Por eso necesitan establecer una línea de base sobre la cual trabajar, saber cómo se comportan y hablan las personas cuando bajan la guardia y cuentan la verdad.

Una vez que se ha establecido esa línea, la idea es hacer preguntas abiertas y buscar pistas, cambios en el comportamiento verbal y no verbal, explicó Meyer.

Ten cuidado si la persona se confunde en los detalles

Investigadores de la Universidad de Sussex descubrieron que intentar “ponerle una zancadilla” a los mentirosos realizándoles preguntas precisas y detalladas es 20 veces más eficaz que buscar “pequeñas pistas”.

En vez de centrarse en los signos físicos, estos investigadores intentaron “ponerle la zancadilla” a los mentirosos. Por ejemplo, si alguien comentaba que trabajaba en la Universidad de Oxford, le preguntaban cómo se desplazaba hasta el trabajo.

Los investigadores explicaron que los entrevistadores deben usar preguntas “abiertas” para forzar a los mentirosos a ampliar sus historias, como por ejemplo: “¿Puedes hablarme más sobre tu trabajo?”.

Existen pequeños detalles que se pueden verificar fácilmente, como el número de autobús.


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